La fenomenología como método de autoregulación en los alumnos

Bien sabemos que un buen aprendizaje se da cuando el alumno comprende el contenido y la
estructura integral de un tema en relación con su vida diaria. Así, se trata de un entramado
en donde confluyen principalmente procesos ambientales y personales.

Es por ello que prevalecen varios métodos de aprendizaje, los cuales buscan potencializar lo anterior dicho, como el constructivista, conductual o cognoscitivo social.

Pero en esta reflexión quiero tratar el método fenomenológico.

La fenomenología, a grandes rasgos, es un método filosófico creado por el filósofo
alemán Edmund Husserl, quien propuso que para ir “a la cosa misma” del pensar tenían que
caerse todos los prejuicios que se tienen sobre ella misma para develar su naturaleza. Es
decir, para adentrarse en la naturaleza de la “cosa” hay que despojarla de cualquier idea
preconcebida que tengamos de ella.

A esto le llamó epojé o “suspensión del juicio”, fuertemente influenciado por Descartes.

En psicología del aprendizaje se ha vuelto un método relevante y eficaz en lo
concerniente al aprendizaje mismo. Se dice que con este método, que ciertamente se trata
de una autopercepción, «se desarrolla un auto concepto que influye sobre todos los aspectos
del funcionamiento individual» (Del Carmen Flores, Rosa, 2015).

Ese “auto concepto” es precisamente el despojamiento de conceptos prefabricados de lo que Husserl entendía como la “cosa misma” y que logra el individuo por medio de la epojé. De esta manera dicha epojé vuelve autoconsciente o, en nuestros términos, auto regula al individuo en la medida en que
se auto conoce.

El método fenomenológico es, en última instancia, la ejercitación del pensamiento por
el pensamiento. Pensar no es más que develar lo que se nos presenta ante los ojos como
ilusorio.

Aplicar este método en nuestros alumnos pienso que es fundamental en estos
tiempos, que aprendan a ejercitar su pensamiento, a develar su cotidianidad, a comprender
que las cosas pueden ser vistas “a otra luz” de las que usualmente se nos presentan.

Es de suma importancia hacer hincapié en su adquisición. Este método se adquiere “por el
desarrollo de características personales. La reflexión de pensamientos y sentimientos
enseña a mejorar la autopercepción” (ídem).

Hay que hacer notar una cosa, una reflexión, como se señala, no viene únicamente por la razón, sino también por los sentimientos. Este modo de ver dicha adquisición ya no es completamente husserliano, sino heideggeriano.

Heidegger fue discípulo de Husserl y siguió promulgando el método fenomenológico. Pero
también la hermenéutica. Esto quiere decir que la descripción de la realidad siempre es
interpretativa, mas no exacta, como lo pretendía Husserl. Y contrario a él, también señala
que previo a cualquier pensamiento ya actúa un estado de ánimo en la facticidad del
individuo.

Y esto es claro. Todos siempre estamos afectivamente de algún modo. Por
ejemplo, para él el pensamiento de la muerte sólo viene una vez que se abre el estado de
ánimo de la angustia ante la nada.

Con base en esto, la adquisición de este método en nuestros alumnos podría resultar más eficaz principiando por la agudización de sus estados afectivos.

En conclusión, este método es sumamente interesante para ser aplicado, pues
ejercita su pensamiento y se vuelven dueños de sus propias descripciones de la realidad,
despojándose poco a poco de los prejuicios en los que fueron formados.

Bibliografía

Del Carmen Flores, Rosa (2015). Problemas de aprendizaje en la adolescencia.
México: La promoción de la autorregulación académica en el aula: manual para

docentes de secundaria.

https://sites.google.com/site/paesprograma/promocion_autoregulacion

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